Paso de Palio

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Nuestra Señora de la Esperanza Coronada. Imagen de candeleropalio_banda2

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El paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza es una de las grandiosas obras salidas de los talleres de Esperanza Elena Caro por su majestuoso diseño y su magnífica ejecución. Como dato significativo mencionar que estuvo expuesto en 1968 el paso de palio al completo en el museo de las cofradías de Sevilla.

Los faldones son de terciopelo rojo; llevan un faldoncillo bordado con hilos de oro y rematados con un espeso fleco de canutillo y algunas borlas de oro. El dibujo del faldoncillo tiene como punto de arranque unas grandes eses, de hojas de acanto, que se entrecruzan y soportan unos preciosos cestos cargados de flores.

Los faldones llevan bordados dos broches en cada esquinas, un medallón cada costado y una cartela en el frente. Los medallones de los costados están rodeados de lambrequines hojas de acanto y flores, bordados con hilos de oro y seda de colores, al girarse; todos los elementos son tan menudos y profusos que es la primera vez que vemos un diseño de estas características bordado por Esperanza Elena Caro. En el interior de los medallones bordados con seda de colores se representa la Encarnación y la Asunción. La Encarnación es una copia del cuadro que pintó Murillo y que se conserva en el Museo del Prado (Madrid). La Asunción también tiene como punto de arranque un cuadro de Murillo, y quizás, por esto en la Hermandad consta como “representando a la Inmaculada Concepción de María”.

La cartela del faldón delantero está superada por una corona real y contiene tres escudos: el de la Hermandad (un ancla alada flanqueada por los anagramas de María y Jesús). En el centro, el escudo del Emperador Carlos V, y el escudo de Jerez.

 

Los respiraderos los repujó Manuel Rodríguez Pérez, y son una franja rectilínea, enmarcada, arriba y abajo, por una moldura casi semicircular que tiene cincelado a todo lo largo, una y otra vez, un rosetón- Unos peinazos planos la dividen en paños rectangulares. En el centro de cada paño hay otro rosetón, de dibujo más complicado y muy convexo; a su alrededor y con una composición simétrica, a partir de las mediatrices, hay tallos, hojas de acanto y flores. El conjunto es muy agradable por la delicadeza del dibujo, la suavidad del repujado y lo ornamental de la composición.

La primera candelería fue de serie, modelo “caritas”. La actual la diseñó y repujó el orfebre sevillano Manuel de los Ríos Navarro; consta de ochenta y cuatro piezas.

Las jarras. Las primeras fueron realizadas por el orfebre jerezano Manuel Rodríguez Pérez; de este primer juego la Hermandad solo conserva cuatro. Las actuales son del taller de Lorenzo, Jiménez y Rueda, el contorno es muy elegante, el repujado es el mínimo y tienen unas costillas en al panza y unos angelitos alrededor del cuello.

Los candelabros de cola tienen diez puntos de luz cada uno, y los realizó “Lorenzo, Jiménez y Rueda”. La base de cada candelabro es una barca sobre un mar encrespado; sobre las olas y por la borda hay ángeles, de pocos años, desnudos y sosteniendo símbolos pasionarios y marineros.

La imagen venera es de plata de ley, y copia fiel de una talla policromada que se venera en la capilla del Sagrario, de la Parroquia de Madre de Dios. Es una imagen sedente; en sus manos tiene un libro que parece leer con verdadera atención; el sillón y la imagen tienen por peana una gran nube, que casi la ocultan unas cabezas de ángeles. El taller de “Lorenzo, Jiménez y Rueda” imitó el estofado de la talla con un pulcro cincelado.

Los primeros varales fueron repujados por Manuel Rodríguez Pérez, luego fueron adquiridos por la Hermandad del Cristo del Amor. Los actuales los repujó el taller de “Lorenzo, Jiménez y Rueda”. La base es redonda, cilíndrica, con una serie de nudos y estrangulamientos que nos recuerdan más a las columnas de los templos de la India que al balaustre renacentista. Alrededor hay ángeles: tres en los varales de las esquinas y dos en los restantes. Los tubos son largos, solo seis, tienen un repujado muy acentuado y están unidos por unos nudos o macollas muy simples; la macolla que une los tubos tercero y cuarto es más alta, más rica y está flanqueada por unas costillas o roleos en eses. Los varales se rematan con perillas.

La peana fue realizada en los talleres sevillanos de Pedro Ángulo Solís.

La Saya fue confeccionada en terciopelo blanco con bordados de hilos de Oro y posteriormente en 1973 fue pasada a tisú de plata tal como la conocemos hoy en día obra de Esperanza Elena Caro.

El manto es de terciopelo verde, bordado con hilos de oro combinando sedas de colores en la ornamentación floral. Su diseño es de Ignacio Gómez Millán y bordado por Esperanza Elena Caro.

El palio es también de terciopelo verde, bordado con hilos de oro, y con sedas de colores los escudos; las caídas son de estilo sevillano.

Las caídas tienen un dibujo que se repite entre cada varal, al estilo de Juan Manuel; unos roleos, calados, toman hechura de cartela sobre una macolla de hojas de acanto. La macolla en su parte superior forma un cesto con flores, la parte inferior, solo con hojas de acanto queda casi al aire libre, pues está sobre una malla de hilos de oro. La composición es mucho más complicada que las de Rodríguez Ojeda. Las caídas tanto delantera como trasera tienen en el centro una cartela, rematada por una corona real, y en su interior cada una tiene dos escudos. Los escudos de la cartela delantera son el de la Hermandad (un ancla) y el de Jerez. En la cartela trasera, uno es el de San Miguel (cruz alada) y el otro tiene cuatro cuarteles con las armas de Castilla y León.

El techo. En el centro, unos roleos y hojas de acanto forman una gran cartela; el fondo queda matizado por una red de hilos de oro. Sobre esta red o malla, y dejando un gran espacio a su alrededor, hay otra cartela; en su interior esta bordada un ancla. De la cartela grande arrancan roleos, hojas de acanto y flores que se extienden por toda la superficie, y en los bordes y en las esquinas forman unas cartelas, que nos recuerdan a las de las caídas del palio, y que también tienen los fondos con mallas.

La corona es de plata sobredorada obra del orfebre jerezano D. Manuel Rodríguez Pérez, una obra muy rica en símbolos y alegorías, corona de grandes dimensiones, cerrada con imperiales y una amplia ráfaga rematada en su eje central con un ancla y una cruz alada entrecruzadas. Se bendijo el 19 de Marzo de 1948.

Capataz: Tomás Pablo Sampalo Torres

Costaleros: 30

Túnicas: Túnica y capa blanca, con antifaz de terciopelo verde, fajín del mismo color y cíngulo verde y oro.

Cirios: Blancos y último tramo verdes

fin

LA CORONA DE ORO, REALIZADA CON MOTIVO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA.14 DE SEPTIEMBRE 2013
La Corona de Oro fue realizada por el prestigioso taller de los hermanos Delgado, orfebres Sevillanos. En el canasto relucen el escudo Vaticano y el del papa Benedicto XVI (pontífice del periodo de aprobación de la coronación), el de la diócesis Asidonia-Jerez, un rosario en mención de la titular gloriosa de la corporación así como el de la hermandad y en el centro del mismo la Coronación de nuestra señora (basada en la pintura de Velázquez que actualmente se encuentra en el museo del prado). Sobre dicho canasto cerrado con imperiales y como eje central, se sitúa un orbe rematado por una cruz-relicario portada por dos arcángeles, la ráfaga está ornamentada con hojas de yedra (creando un sello distintivo) e intercala entre sus rayos las letanías que hacen mención a la Virgen y está rematada en su eje central por el anagrama de María.
1947 –Techo, caídas, faldones, saya y manto. Ocho varales fueron adquiridos a la hermandad del Desconsuelo y cuatro restantes fueron realizados.
1948 –Corona y respiraderos, sale el palio por primera vez al completo.
1954 –Primeros candelabros de Cola.
1960 –Peana de la virgen.
1972 – Varales actuales del palio, ánforas y candelabros de cola.
1974 – Imagen Venera.
1994 – Candelería actual.
2013 –14 Septiembre del 2013 Corona de oro.
 
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